viernes, 25 de abril de 2008

Ni que te estés muriendo

En la misma semana en que se publica la absurda lista St. Pellegrino, tenemos conocimiento de una anecdota de "el mejor restaurante del mundo" de este año: Una pareja debe cancelar la reserva, conseguida tras años de infructuosa súplica, por la inminente muerte de la madre de uno de ellos. El restaurante, con mucha educación, les pasa la vez y les dice que, de momento, pasó su tren, que tal vez, si algún otro moribundo, o accidentado o, ves a saber, ya les dirán. De lo contrario, otra vez al bombo de la suerte para el año que viene. Eso si, su más sentido pésame.
La valoración de esta historia, la dejamos a cada cual. Pero no olvidemos que se trata de ir a un restaurante pagando; no gratis, no un cenador social; sino un lugar donde se paga el lujo y la exclusividad, pero se paga en dinero contante y sonante. No te lo regalan.
La Sociedad decide cenar en la Bodega Sepúlveda, que pese a su gran afluencia de público, aún puede darte una mesita si llamas unas horas antes.

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