domingo, 20 de abril de 2008

La semana pasada, acudimos al centro de Pamplona, para disfrutar de ese festival creativo que se nos anuncia. El pintxo, vive una evolución paralela a la de la cocina mayor. Solo hay que ver recetarios del 1990, para ver que tal y como se cocina hoy el pintxo, se ha perfeccionado, pulido y sobre todo variado, el concepto de aquellas tostadas de pan con mayonesa, atún y pimiento morrón.Tras una vuelta general por la ciudad, recalamos en el restaurante Baserri, donde gustamos de un menú de pintxos muy interesante. Con una sofisticación justificada, son piezas de alta cocina, variadas y con ingredientes de calidad y apetitosos.Precio calidad, imbatible. El vino, en su propio contexto, Cantera de Sta Ana, sensacional.La sociedad reflexiona en los cafés, y añora un concepto así para nuestra Catalunya, tan invadida de idiotismo culinario (léase snobismo)

No hay comentarios: