domingo, 30 de marzo de 2008

Casa Pepa, una buena experiencia


La llegada al lugar ya tiene un gran encanto. Entre naranjos y jazmín, se nos muestra una terraza y un comedor acristalado que invita al reposo de la mente. Dicho esto, la cocina es tal cual lo que uno espera encontrar en el Levante. Arroces de toda la vida a los cuales, sólo se les añade una gran intensidad de sabores y una creatividad al servicio de la tradición, no del pijerío.

Pepa, tiene el aire de quien sabe que hace bien su trabajo, y cuida al cliente, no yendo mesa por mesa a promocionarse, sino observando que cada cosa esté en su sitio.

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